Fueron 4 años de alegrías, tristezas,
decepciones grandes y pequeñas, burlas, ilusiones, 4 años de soñar despierta y
vivir experiencias mágicas durante el sueño de la noche.
Sin embargo el tiempo no pasa en vano,
las alegrías no son todo lo que hay y aunque el amor lo puede todo, hoy doy
cuenta que no soporta mucho el dolor o simplemente se transforma para liberar
el dolor y revitalizarse, recargarse de nuevo.
No me arrepiento de nada de lo que
hice, aunque sí de algunas palabras, de los sentimientos nunca me arrepentiré
porque aprendí de todos y cada uno de ellos, los buenos y malos, bonitos y
feos; la vida nos permite experimentar situaciones que nos ponen al límite, que
nos hacen caer una y otra vez sólo para medir nuestra fuerza y nuestra
capacidad de reacción, para ver si nos rendimos fácilmente o seguimos levantándonos…
Pero llega un punto en que te rindes pero no quiere decir que rendirse sea
perder, quizá es así como más fácil puedes ganar.
Hoy siento que gané mucho, lo que
gané en confianza, autoestima, amor propio, crecimiento espiritual y evolución
de conciencia valieron cada una de mis lágrimas, lamentos, alegrías y canciones,
cada poesía escrita, cada sensación no expresada, cada pensamiento, cada
oración, súplica y olvido. Todo lo vale, pues el amor universal nos da la
oportunidad de vivir experiencias que aunque temporales, infinitas serán las lecciones
que de ello nos quedan.
No espero ya nada, no buscaré ya
nada, por lo menos no dentro de esa página, es hora de empezar a escribir una
nueva historia, una historia de la que saldré victoriosa y con la frente en
alto, aunque llore también se que reiré, aunque sufra se que también gozaré y
ahora me doy cuenta que lo más importante es vivir el momento, pase lo que pase, estar en
el AHORA es lo único que cuenta.
No hay pasado en el presente, no hay
futuro existente.
El aquí y ahora se presenta de la
mano de esas historias que en mi corazón, en un lugar especial se quedaran
guardadas bajo llave para nunca perderlas, en la memoria del alma para nunca
olvidarlas y en las cicatrices del cuerpo de donde no se podrán borrar.
Ahora me pregunto, ¿a dónde fueron
todos esos años de sentimiento? No fueron al bote de la basura, fueron a enriquecer mi alma,
mi espíritu, mi camino y mi karma. Si en esta vida no vuelvo a verle, no habré
de preocuparme pues en la próxima tendremos el chance de volvernos a encontrar,
no es tan difícil y sí lo es no importa a mi alma le gustan los retos, las
almas con cuentas pendientes siempre se llegan a encontrar, habremos de
conformarnos por ahora con la bendición de habernos encontrado en la distancia
y haber reaprendido el uno del otro.
"Si
vuelvo a vivir la vida, la volvería a empezar con la meta de llegar...
Juntos con las mismas almas para no olvidar lo aprendido..."
Sólo GRACIAS, buena suerte en tu camino y un
te amo espiritualmente puedo darte aquí y ahora.
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