Quiero plasmar ahora algo sobre los conceptos que hoy en día tenemos en nuestra sociedad en cuanto al aspecto físico y el como “debemos vernos” para agradar a los demás.
Hace unos días tuve un desacuerdo con alguien pues con todo y mi franqueza que suele ser dura a veces hasta para mi misma pero que es necesaria a veces en un mundo lleno de mentiras; yo le decía que físicamente era “feo”. Le exprese a esta persona el porque le decía eso pero realmente se enfadó mucho y no quiso hablarme más desde entonces, supongo que no esta de acuerdo en lo que le dije posteriormente o no quiere verlo así.
Le dije que era “feo” para luego decirle que en realidad su aspecto físico no era importante pues lo realmente importante es lo bello que es en su interior, en su esencia; es la forma de ser la que demuestra la belleza de una persona, su alma y no su aspecto físico y muchas veces por lo que la sociedad todo el tiempo nos dice, nos dejamos llevar por esa creencia que dice que: el ser bello, con un cuerpo determinado por estereotipos publicitarios es lo que determina de verdad el hecho de si eres bonito o feo.
La reflexión que quiero dejarles es que empiecen a ver a las personas más allá de su apariencia física, que cada uno se mire a si mismo más allá de su físico, párense frente a un espejo y miren sus ojos, conozcan su interior, analicen y descubran cual es la joya que se esconde en el interior de ese Estuche que llamamos cuerpo, descubran el verdadero brillo en su ser y si acaban de conocer a alguien o están saliendo con alguien y ésta les dice: Que son muy bellas/os, díganle que deben conocerlos mucho mejor y verán lo que es belleza de verdad y si conocen a alguien tómense el trabajo de encontrar esa joya que hay dentro de esa persona y que si alguien algún día les dice que no cumplen con los prototipos de belleza “social” simplemente díganles que no conocen su verdadera belleza.
Por suerte yo conocí lo realmente bello de mi amigo pero él no comprendió lo que quería decirle o más bien enseñarle. Aprender a comunicar sigue siendo una misión de vida para mí.
Hace unos días tuve un desacuerdo con alguien pues con todo y mi franqueza que suele ser dura a veces hasta para mi misma pero que es necesaria a veces en un mundo lleno de mentiras; yo le decía que físicamente era “feo”. Le exprese a esta persona el porque le decía eso pero realmente se enfadó mucho y no quiso hablarme más desde entonces, supongo que no esta de acuerdo en lo que le dije posteriormente o no quiere verlo así.
Le dije que era “feo” para luego decirle que en realidad su aspecto físico no era importante pues lo realmente importante es lo bello que es en su interior, en su esencia; es la forma de ser la que demuestra la belleza de una persona, su alma y no su aspecto físico y muchas veces por lo que la sociedad todo el tiempo nos dice, nos dejamos llevar por esa creencia que dice que: el ser bello, con un cuerpo determinado por estereotipos publicitarios es lo que determina de verdad el hecho de si eres bonito o feo.
La reflexión que quiero dejarles es que empiecen a ver a las personas más allá de su apariencia física, que cada uno se mire a si mismo más allá de su físico, párense frente a un espejo y miren sus ojos, conozcan su interior, analicen y descubran cual es la joya que se esconde en el interior de ese Estuche que llamamos cuerpo, descubran el verdadero brillo en su ser y si acaban de conocer a alguien o están saliendo con alguien y ésta les dice: Que son muy bellas/os, díganle que deben conocerlos mucho mejor y verán lo que es belleza de verdad y si conocen a alguien tómense el trabajo de encontrar esa joya que hay dentro de esa persona y que si alguien algún día les dice que no cumplen con los prototipos de belleza “social” simplemente díganles que no conocen su verdadera belleza.
Por suerte yo conocí lo realmente bello de mi amigo pero él no comprendió lo que quería decirle o más bien enseñarle. Aprender a comunicar sigue siendo una misión de vida para mí.
