sábado, diciembre 26, 2009

Un Año Lleno de Amor

Llegando el 2010 quiero expresar las muchas cosas que el amor hizo por mi este año que se va.

Se va un año que empezó lleno de tristeza y melancolía producida por los cambios, cambios que se dieron para demostrarme que el amor de los buenos amigos me permitiría volver a una ciudad que siempre he querido y en la que prontamente encontré estabilidad y tranquilidad de nuevo. Un año en que el desamor marcó este desde sus comienzos, en el que por la falta de confianza el uno en el otro, por el miedo a amar y ser amados dijimos adiós y por la falta de comprensión, una bella pero loca historia de amor tuvo final.
Un año en que el amor de mi familia me permitió iniciar el camino de mi sueño profesional, en el que dí inicio a mi carrera la cuál hasta el momento ha estado llena de letras con pasión y anhelos de mejorar, con notas altas y bajas pero con entusiasmo cada vez más por conseguir llegar al final.
Un año en el que dejándome llevar por la tristeza fui cayendo poco a poco en un pozo profundo, un abismo lleno de autocrítica, un callejón sin salida donde me atacaban fantasmas disfrazando mis propios miedos.
Pero gracias al amor por mi misma, por mis sueños y el amor a la vida logré salir de ese abismo, un año en el que he ganado muchas batallas a mi propia mente y a mis miedos pero debo decir que la guerra aún no la doy del todo por ganada, espero seguir contando en cada una de las batallas con mi fiel y buen amigo Misael.
Un año en el que la búsqueda de ese empleo soñado ha sido agotadora, pero que la persistencia me ha llevado a aprender grandes cosas sobre lo que en realidad es esto, que además no debe costarnos trabajo, aquello que debemos buscar, pensando en que nos gusta hacerlo y no hacerlo porque nos toque.
Un año en el que la distancia de mi familia no fue obstáculo para estar cerca a ella, en mi corazón siempre están, con mi alma puedo sentirlas y sé que ellas me sienten igual a mi.
Un año en el que la guía celestial se ha visto más que evidente, en cada uno de mis pasos, en esos momentos difíciles cuando con esas cuentas por pagar pensaba que no lo lograría y donde siempre un ángel apareció a mi encuentro un día antes.
Un año que pude ver quienes son los verdaderos amigos, esos que están en las malas para darme su apoyo y aunque solo fuese moral, logró que mis problemas tuvieran más fácil solución sabiéndolos a mi lado.
Un año en el que pude darme cuenta de la realidad de mis dones, en el que me dí cuenta que algunos confían en mi y que tienen mucha más fe en mi de la que yo podría haber tenido por mi misma, pero que gracias a ellos hoy en día la estoy obteniendo poco a poco, es un caminar lento pues los miedos aún están rondando como sombras en la oscuridad.
Un año que puedo recordar lleno de aventuras, que me llevaron a investigar y querer saber más y de esa forma expresar lo encontrado, con mis propias palabras.

Este año debo recordarlo por toda mi vida, ha estado lleno de emociones, de amor, de pasión y de fuerza por mis propios sueños.
Debo recordar siempre que la pasión por los libros me llevo a conocer a una gran persona, que de la nada llegó y a la nada volvió, de quien quizá nunca sabré nada más que lo poco que supe, pero que agradezco el poco tiempo a mi lado para enseñarme quién soy y en quien no estoy dispuesta a convertirme a placer de nadie.
Un año en el que la fuerza de mi amor, la sinceridad de un deseo en mi corazón y la paciencia lograron recuperar a un amigo que creía perdido, a una persona que jamás quiero sentir lejos de mi vida, que a pesar de las circunstancias deseo siempre tener arriba en mi lista y estar en la suya... Aunque tenga que seguir guardando en secreto muchas cosas solo para no verle eliminarme nuevamente de su lista.
Un año en el que el amor por mis dones, por la magia que envuelve la sabiduría del Amor me permitió empezar un camino de aprendizaje mágico, hermoso y angelical, un trabajo que más que trabajo es pasión, ilusión y escuela.
Un año en que recordar etapas dolorosas de mi niñez me permitió sanar con amor las heridas del pasado, reconciliarme con aquella niña que perdió la ilusión y dejo de creer en la fantasía por falta de guía en su momento, pero que hoy sabiendo que eso la hizo ser hoy una mujer fuerte promete jamás perder la ilusión, la fe y la confianza en sí misma jamás. Mucho menos sabiendo que creer en esas fantasías como niña la pueden llevar a cumplir grandes sueños.

Para el próximo año solo espero seguir riendo, aprendiendo, escribiendo pero sobre todo amando.