miércoles, diciembre 08, 2010

ENAMÓRATE SI LO QUIERES Y ELIJES PERO…

Dicen que muchas veces nos enamoramos sin querer, que simplemente llega pero ¿realmente es así?

Pienso que como todo en la vida nace de nuestro deseo y elección y por ende creamos esa situación o situaciones que nos llevan a enamorarnos. Y es que en verdad podemos elegir nuestro camino, nuestra vida e incluso como enamorarnos o como no hacerlo.

Hay muchas formas de enamorarse o de vivir el enamoramiento, puedes vivir una bonita relación con una persona con la que disfrutas en diferentes momentos y lugares que tengan en común, también podemos ver la inteligencia o lo que hace una persona como algo que nos enamore, aunque quizá solos nos atrae eso de esa persona, se puede disfrutar de la belleza física de una persona de esa química que hizo que deseásemos estar con ella y obtener por supuesto la relación que buscamos, pero esta química no siempre es suficiente puesto que se acaba. Científicamente está comprobado que después de dos años esa química termina y es ahí donde se pierde el interés en la relación y por supuesto en la persona, por eso empezamos a buscar en alguien más de nuevo, buscando esas emociones y/o sensaciones que la química del enamoramiento nos hace sentir. Y aunque pueda decirse que la ciencia no puede definir el amor, esta teoría puede llegar a ser cierta.

Cuando alguien realmente AMA ve a la otra persona de forma diferente, no ve solamente los aspectos físicos o exteriores de la persona con la que comparte una relación e incluso sin compartirla en un principio, pues sus sentimientos van más allá como lo hizo su alma al conocerle; cuando uno se permite amar no ve a una persona alta o baja, flaca o gorda, no ve si trabaja en esto o en lo otro, si tiene o no, simplemente busca conocer el alma de la persona, se aprende a conocer sus defectos y se llegan a amar incluso puesto que es algo con lo que quizá luchamos nosotros mismos en nuestro interior. Y se busca conocer esto puesto que en caso de convivir con esa persona es mejor conocer muy bien lo desagradable para saber confrontarlo y no correr el riesgo de tener que huir o alejar a la otra persona por no soportar aquellas cosas que nos disgustan pero que desde un principio toleramos porque le “queríamos” o que tal vez no veíamos por ver solo lo bonito o lo que queríamos ver de esa persona. Por eso es importante conocer a las personas por quienes son en su interior, sus comportamientos, sus sentimientos, sus penas y sus glorias e incluso sus pecados ya que estos hablan mucho más que la apariencia física, la inteligencia misma o lo que hace, además es con eso realmente con lo que se construye el verdadero amor y una relación profunda y duradera.

Cuando te enamores, procura enamorarte de la esencia de la otra persona y no de su físico, su inteligencia o lo que hace pues no es quien verdaderamente es, su alma es la base de todo lo anterior y es con lo que realmente tendrás que lidiar o lo que podrás soportar. A menos que quieras una relación basada en la química nunca mires más allá de lo superfluo a alguien porque cuando empiezas a conocer lo malo y aceptarlo de esa forma sin condición corres el riesgo de enamorarte de verdad e incluso pueden pasar más de dos años y sentir que ni la química borra lo que sientes, aún sin la química puedes seguir sintiendo ese amor, un amor más grande que cualquier otra cosa que conozcas.

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